lunes, 28 de noviembre de 2016

Fe entre pobreza: R.Zaragoza 2 - Reus 2

Un consistente Reus desnuda las carencias atrás del Zaragoza, que salva un punto en un partido gris.

Un gol de Dongou en un arreón de fe del Real Zaragoza en el tramo final sirvió para rescatar un punto en un partido ante el Reus plagado de miserias, sobre todo defensivas, que supone un parón brusco a la llegada de Raúl Agné al banquillo después de la inmerecida derrota en Getafe. Fue superior en la mayor parte de la cita el rival, sobre todo en la segunda mitad, dejando constancia de su fortaleza como bloque consistente y muy bien trabajado. Dio la vuelta al marcador tras el gol inicial de Ángel, y constató la pobreza atrás de un Zaragoza que necesita como agua de mayo refuerzos en enero en esa parcela. El partido, pese a ese empate final, deja tan frío al zaragocismo como el ambiente invernal en La Romareda.
Tras el fallo de Bagnack en el Coliseum, Agné pasó a José Enrique al eje y rescató a Casado, que volvió a dejar constancia de su flojera, un problema ya conocido. Está claro que las ausencias atrás se notan mucho en una plantilla donde la distancia entre titulares y suplentes es abismal en la retaguardia. Que José Enrique, tras cambiar de ubicación, sea el mejor atrás es muy clarificador. El Zaragoza es con 23 goles uno de los máximos goleadores de la categoría, pero atrás, como ha dejado claro ya tantas veces, tiene un problema gigantesco. 22 dianas en contra lo muestran.
CON DOS ARRIBA
El punto deja al Zaragoza octavo y a 3 puntos del segundo a la espera de la jornada de hoy, todo solucionable cuando quedan tantas citas por jugar, pero el partido en global tiene un sabor más amargo que otra cosa. El Reus fue mejor, con el balón y en la ocupación de los espacios, y el Zaragoza solo estuvo aceptable en el tramo final de la primera parte y en el arreón final, con más corazón que cabeza.
El inicio del encuentro ya dejó claro que el partido iba a ser muy incómodo para el Zaragoza. Con Ángel y Juan Muñoz arriba y con un Reus en superioridad en el medio, ya que Natxo Gonzaéz dispuso un trivote en la medular, el conjunto catalán, en su primera aparición por La Romareda en toda su historia, se hizo dueño del encuentro y llegaba muy fácil a la línea de tres cuartos, aunque le faltaba claridad entonces. Jorge Díaz y Fran Carbiá dieron tímidos avisos, mientras el Zaragoza trataba de tomarle el pulso al pleito, sin demasiado acierto.
Intentaba el equipo de Agné entrar por el centro, con muchas imprecisiones y sin que Cani, ubicado en la banda, tuviera el día inspirado con el balón. Dos jugadas a trompicones entre el activo Ángel y un Juan Muñoz demasiado desaparecido no tuvieron el mejor final mientras el Reus ya esperaba más agazapado que al comienzo del choque, confiado en su velocidad a la contra, con las líneas muy juntas, y esperando el error zaragocista.
Sin embargo, lo que llegó fue el fallo del conjunto catalán, Badía se confundió ante una de las pocas veces que Juan Muñoz se decidió a presionar y le puso el balón a Lanzarote. Su disparo a puerta vacía lo sacó Atienza para que Ángel marcara a placer aprovechando el despeje.
Con nada el Zaragoza se puso por delante y se liberó. Lanzarote apareció por fin y Fran abrió la banda derecha, lo que ya no volvería a hacer apenas. El lateral rozó el gol en una falta y al descanso se llegó con ventaja y con la sensación de que el equipo de Agné había empezado a desentrañar el jeroglífico del rival. La impresión, viendo la segunda mitad, fue del todo fallida.
El Reus, muy bien situado, salió de nuevo mejor, como en la primera parte, apoyado en el manejo de Folch y en la presencia de López Garai, el equipo catalán se adueñó de nuevo en la medular, donde Javi Ros no llegaba a todo y Zapater se veía desbordado. Natxo González vio claro que tenía que ir a por el partido y situó a Chrisantus, a un ariete de verdad para que el Reus tuviera más presencia arriba. El Zaragoza era la viva imagen de la incomodidad, deseando que el pleito acabara.
OTRA VENTAJA PERDIDA
Quedaba, sin embargo, un mundo. Y Benito se lo recordó a La Romareda cuando se marchó con una facilidad absoluta de Casado para asistir a Folch, que marcó a puerta vacía. Con Casado llueve sobre mojado. Movió ficha Agné con Edu García en lugar de Juan Muñoz para que Cani pasara a la mediapunta a tratar de tener más el balón. Ros, con un fuerte golpe, tuvo que dejar el partido para que Barrera fuera el elegido. Con La Romareda mostrando su enfado al árbitro en el reparto de faltas, el Reus, con un libreto de consistencia, anotó el segundo aprovechando Chrisantus la espalda de Fran para poner el centro de Benito a los pies de Folch, solo y a bocajarro, con Zapater sin poder contener esa vía de agua a su espalda. Era el 1-2 para que por quinta vez en esta temporada al Zaragoza le remontaran una ventaja en el marcador.
Se la jugó entonces Agné con solo tres atrás y con la salida de Dongou y obtuvo premio. El camerunés, tras tres meses de baja, estuvo en el sitio justo tras el remate e Barrera en un centro de Lanzarote. Y el Zaragoza, lleno de fe, aún pudo hasta ganar, pero Dongou remató mal una buena salida entre Cani y José Enrique y, sobre todo, Badía despejó el peligroso disparo de Edu García para salvar al final solo un punto en un partido que retrata demasiadas miserias.
FUENTE: S.Valero (EL PERIÓDICO DE ARAGÓN)

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