domingo, 12 de febrero de 2017

Máximo castigo: R.Zaragoza 0 - Levante 1



Un error garrafal de Irureta y la sobriedad del líder arruinan un partido notable en actitud y fútbol del Zaragoza.

El Real Zaragoza no pudo dar continuidad numérica a la reacción de Huesca pese a cuajar un buen partido, en la primera parte hasta notable, en actitud, en fútbol y en capacidad en la presión. Sin embargo, solo obtuvo una derrota que lo puede alejar hoy más de la promoción de ascenso y que se cimentó en el tremendo error de Irureta en la jugada del único gol del partido. En la recta final del primer acto, Morales centró un balón que Roger desvió de forma mínima y el portero puso manos de plastilina para que el balón entrara. El Levante, líder y equipo menos goleado de la categoría por méritos claros, cerró vías tras el descanso y dejó en imposible la remontada de un conjunto corajudo y que no se rindió hasta que el árbitro, sibilino en sus formas y que anuló un gol legal al Zaragoza, pitó el final.
Esta vez el esfuerzo no tuvo premio para un Zaragoza al que las urgencias clasificatorias hacen que estas derrotas, por muchos atenuantes que tengan, sigan doliendo mucho a una afición que reconoció al final la lucha de los suyos, lo mismo que pitó en varias fases del partido a un Irureta sobre el que llueve ya muchísimo sobre mojado. Agné decidió que fuera su portero de confianza, igual que en verano Juliá quiso apostar por él como meta titular. El director deportivo ya no está, pero al entrenador esa apuesta tan clara por el arquero le ha vuelto a dejar sobre el filo de la navaja, pendiente de que otro mal resultado en Alcorcón le vuelva a hacer tambalearse. Y eso se lo debe al fallo de Irureta.
En un campo rápido por la lluvia y con el regreso de Lanzarote al once, además del de Fran en el lateral derecho para que Feltscher se ubicara en el izquierdo, el Zaragoza salió con fuerza y con ganas, con el aire de costado que provocó la reacción en Huesca. El Levante, bien asentado atrás y con la capacidad arriba que muestra su liderato, no tardó en darse cuenta de que no iba a tener nada fácil llevarse la victoria de La Romareda. Ángel, a pase de Lanzarote, tuvo la primera gran ocasión, pero Raúl Fernández atrapó el balón sobre la línea tras despejar con apuros.
GOL MAL ANULADO / El punta canario, una pesadilla por su movilidad, pecó de egoísta minutos después y buscó el gol sin casi espacio para que Raúl rechazara el balón. Con Cani, Lanzarote y Xumetra activos y con Javi Ros llevando la manija del juego, el Zaragoza trabajaba bien en la presión, recuperaba rápido y combinaba con peligro en una primera parte que trajo de los mejores minutos del curso.
Valentín estuvo providencial en la mejor ocasión de Roger, el único que creaba inquietud en el Levante, ya que Morales aparecía poco y Jason o Espinosa, apenas nada. Mereció el Zaragoza adelantarse y lo debió hacer, pero el árbitro anuló mal un gol de un Feltscher igual de cumplidor en el lateral izquierdo. El cabezazo del defensa a puerta vacía tras remate de Cabrera lo habilitaba un defensa del Levante, pero Eiriz Mata vio fuera de juego. Lo cierto es que el colegiado siempre miró con mejores ojos en todas las decisiones, en esa de trazo grueso, pero también en otras más pequeñas, al Levante, provocando el enfado de la grada.
Un disparo de Javi Ros, dos acciones mal acabadas por Xumetra y un tiro alto de Lanzarote fueron el preludio de la mejor ocasión. Una recuperación de Ros la continuó Cani para que Xumetra soltara un zapatazo desde fuera del área que se encontró con el palo y que mereció ser el primer gol. Sin embargo, tal acumulación de méritos no solo no tuvo premio sino que, en una acción aislada, el Levante se encontró el gordo, gracias a Irureta, claro. Morales mandó un balón desde la izquierda del ataque con rosca y Roger le ganó la espalda a Cabrera para buscar desviarlo. Asegura que lo hizo y así da fe el acta arbitral, pero fue de forma mínima, lo suficiente para que las manos Irureta se colocaran en la peor posición. Lo que parecía una parada fácil se convirtió en gol para que el foco apuntara de nuevo y aún más de lleno a Irureta mientras el delantero no celebraba el gol por su pasado zaragocista. Quince dianas lleva ya, cifra de ariete que vale un ascenso.
La Romareda la tomó con el meta, aunque hubo aplausos para intentar animarlo, pero el partido se fue al descanso y era evidente que remontar ante un líder tan sólido iba a ser una tarea hercúlea. Empujó desde el inicio el Zaragoza, pero Xumetra, muy activo, no tenía su día a la hora de decidir las mejores opciones. Lanzarote probó a Raúl, que otra vez no falló. Sí, los porteros suman mucho, muchísimo.
Agné movió el banquillo con Edu García primero, con Dongou y Bedia después, acabó cerrando atrás solo con tres, pero el Levante apenas concedió ocasiones. López Muñiz fue dando hormigón a su equipo, con Abraham, con Lerma, al final con Chema, y el Zaragoza, excelente en la presión y lleno de ganas, moría siempre en la orilla, antes de llegar al área.
Roger pudo sentenciar e Irureta sufrió para atrapar el balón ante la desesperación de la grada y, en los últimos instantes, pudo llegar un empate que habría traído algo de justicia. Sin embargo, Raúl sacó el remate a bocajarro de Dongou. El meta del Levante fue junto a Roger el mejor de su equipo, el del Zaragoza trajo la condena en forma de derrota. Ahí estuvo la diferencia.

FUENTE: Santiago Valero (EL PERIÓDICO DE ARAGÓN)

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